Las mujeres han sido, históricamente, un colectivo que ha tenido que luchar por la defensa de su identidad y la igualdad de sus derechos. Cuando hablamos de mujeres con discapacidad, esa lucha se intensifica y necesita de herramientas específicas.

En nuestro caso, las mujeres sordociegas tenemos que enfrentar una doble discriminación debido a nuestra discapacidad y a nuestro género. En nuestro día a día encontramos múltiples barreras en el acceso a la información, comunicación y desplazamiento, lo que afecta a nuestra autonomía y desarrollo personal, educativo, profesional, social, familiar, sexual y reproductivo. Esto nos coloca en situaciones de vulnerabilidad, desprotección y riesgo de exclusión social, lo que supone una violación de nuestros derechos básicos.

Por eso, para abordar nuestras necesidades específicas, se creó en 2016 la Sección de la Mujer de FASOCIDE.

Marisol Brioso Montaner, una mujer sordociega, lidera esta sección con el apoyo de una profesional guía-intérprete asistente, lo que le permite realizar su labor de forma accesible. Su misión es representar los intereses de las mujeres sordociegas a nivel estatal, defender sus derechos y promover servicios especializados que cubran sus necesidades específicas. También impulsa y coordina las secciones de mujer de las diferentes asociaciones de personas sordociegas que forman parte de FASOCIDE, fomentando la participación activa de las mujeres del colectivo.

Con estos objetivos, se organizan anualmente jornadas de encuentro estatales, en las que las mujeres sordociegas participamos en diversos talleres formativos y actividades accesibles. Estas jornadas nos brindan la oportunidad de compartir experiencias y nos proporcionan las herramientas necesarias para aumentar nuestro empoderamiento, enfrentar posibles situaciones de violencia y adquirir recursos para conocer, reivindicar y ejercer nuestros derechos